
¿Qué deseamos cuando decimos “feliz año“?
¿un año sin problemas?
¿sin enfermedades?
¿sin fracasos?
¿sin desilusiones?
¿sin caídas?
¿sin lágrimas?
¿Qué deseamos cuando decimos “feliz año“?
¿un año sin problemas?
¿sin enfermedades?
¿sin fracasos?
¿sin desilusiones?
¿sin caídas?
¿sin lágrimas?
¿A dónde vas pastorcillo?
Sea cual sea tu camino, no te olvides del Cordero
Metido entre pajas nació.
Crecer, quiere hacerlo en tu corazón
Deja de mirar como beben los peces en el río. Dedícate a pescarlos.
¿Sergio?
Yo . Soy yo
¿Marta?
tarde. Pero he llegado
¿Jesús?
……
Nació el Niño. Llegaron los Reyes … ¿y después?.
Todas las figuras en una caja serán guardadas. Pensaremos, diremos: “Se acabó la Navidad hasta el año que viene”
Si esa es la conclusión a la que llegamos, no hemos entendido nada de lo que ha pasado.
No nació el Niño para quedarse en una caja. Vino para caminar junto a nosotros todos y cada uno de los días del año. La verdadera Navidad comienza ahora.
En estos días en que se aproxima la Navidad es bueno hacer silencio para poder admirar, contemplar y escuchar al que va a nacer.
Como todos los días, desde que su padre hizo un muñeco de nieve, se asomó esa mañana a la ventana.
Era lo primero que hacía nada más levantarse. Saludar a su frío amigo. Cogía un taburete, se subía encima para poder verle bien y agitaba su manita dándole los buenos días.
Pero ¡oh, sorpresa! esa mañana ….. ¡no estaba¡ ¿Qué había ocurrido?
Salió corriendo entre sollozos buscando a su madre. Ella, intuyendo lo que pasaba, cogió a su hija en brazos intentando consolarla.
No llores, cariño, es natural. La nieve, es bonita mientras dura, pero no es eterna. En cuanto sale el sol, se derrite. Eso es lo que ha ocurrido.
Durante estos días, has podido ver y jugar con el muñeco de nieve pero , en cuanto ha empezado el calor, ha desaparecido, aunque… ¡ no del todo ¡
¿Ves ese árbol que tanto te gusta? Hace tiempo, en ese mismo lugar, tu padre y yo también hicimos un muñeco de nieve. Como el tuyo, en cuanto llegó el calor , se quedó convertido en un charquito de agua.
Pero…. ¿sabes qué ocurrió? Que esa agua se filtró por la tierra, llegó a unas raíces que estaban muy secas y tristes , las mojó y , con ello, ayudó a crecer a tu árbol favorito.
El nunca supo que creció fuerte y sano gracias a un muñeco de nieve.
Ahora, tú puedes balancearte en el columpio que te hicimos aprovechando sus ramas.Juegas al escondite gracias a su gran tronco. Te sientas a leer bajo su sombra…..