Me gusta el baile aunque no se me da bien. Disfruto mucho viendo a los profesionales de un arte tan sacrificado, que requiere tanta disciplina. Sería genial que la danza llegase a todo el mundo.
Especialmente a los niños. Aquellos que por causas diversas han perdido su infancia entre campos de refugiados y diversas guerras. Me duele en el alma ver la tristeza reflejada en los ojos de un pequeño. Ojalá pudiese coger sus manitas y con dulzura enseñarles a dar sus primeros pasos en un escenario bien diferente al que han vivido.
Un vals es una buena opción. Han sufrido mucho y hay que dar los pasos poco a poco. El vals de las mariposas me hace pensar en ellos. Corriendo por jardines es donde deben estar los niños, revoloteando por todas partes, con cara alegre y con una gran sonrisa. Seguir leyendo «Danzar»