Categoría: Biblia
San Pablo
Camino a Damasco, se cayó.
Ciego, se quedó.
Escuchar, sí podía
Una voz, le decía :
¿Por qué me persigues? Seguir leyendo «San Pablo»
70 veces 7
Pues si las matemáticas no me fallan, son 490 veces las que he de perdonar ¿no?
– 70 x 7 = 490 cierto. Has multiplicado bien. Pero las matemáticas de Dios son algo diferentes.
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La madre

No se anda con rodeos. En la primera línea ya menciona la buena noticia. Es lo urgente proclamar y va directo al grano.
Este comienzo del evangelio de San Marcos me ha hecho pensar en la madre de Gabriel.
Nada sabíamos de ella hasta hace poco, nada sabemos de de su infancia, aparece como mujer adulta y, como Jesús, nos da una lección de humanidad.
Lección que a todos nos sobrecoge pero a la que hacemos oídos sordos.
Bien claro que dijo que no se hablara de ciertos temas y que no publicasen fotos . Ha dado igual. El morbo es el morbo.
No basta con saber que una criatura ha fallecido en trágicas circunstancias. Es importante saber todos los detalles y ahondar todo lo que se pueda en la herida de esa familia.
Rezo por ti madre ejemplar, a todas horas. Tu hijo descansa en paz pero creo que, a ti, no te van a dejar tranquila. Es triste muy triste.
No te canses de ser como eres. Una madre genial. Un ejemplo para todos. Aunque, como ocurrió con Jesús, primero te aplaudan y luego no te hagan ni caso.
Y Dios le dijo a Abraham
Y Dios le dijo a Abrahám:
- ¡ Sal de tu tierra ¡
- ¡Deja la casa de tus padres!
- ¡ Ve a la tierra que te mostraré!
Dos Hombres Y un Destino
Pablo y Bernabé. Dos hombres diferentes y un destino común. Sin duda, todos hemos oído hablar de San Pablo. De Bernabé sabemos algo menos y, sin embargo, al leer el evangelio; uno descubre lo mucho que tenemos que aprender de él.
Acostumbrados como estamos a poner la zancadilla al compañero, a la envidia, al “todo vale” con tal de escalar puestos caiga quien caiga, al insulto, a ver lo negativo de los demás, a sacar los trapos sucios, a la crítica a…. saber de Bernabé es como cuando uno abre la ventana y entra un soplo de aire fresco.
croquetas y diamantes
Cuando mi hermano era pequeño y volvíamos del parque era frecuente que llegase a casa con una herida o rebozadito de arena cual si fuese una croqueta
Lo primero que había que hacer para que volviese a su ser era curarle la herida o darle un baño.
Me encantaba verle en esos momentos. Salía reluciente, con una gran sonrisa y los ojos brillantes. ¡Así tenías que estar siempre¡ , le decía yo.
Hora de comer
Hace tiempo, el Señor enviaba a Samuel a buscar un rey entre los hijos de Jesé. El más pequeño, David, no estaba en la casa cuando Samuel llegó. Mandó que fuesen a buscarlo. Dijo: “ No nos sentaremos a la mesa hasta que haya venido”.
Mucho me han hecho pensar esas palabras. ¡Qué momento tan importante era la comida! No se empezaba a comer mientras no estuviesen todos reunidos.
Cuantas veces ahora comen separados padres e hijos y ,si se juntan, lo hacen distanciados, cada uno con su móvil, tablet, o similar
Carta a Filemón
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a Filemón 9b-10. 12-14
“Querido hermano: Yo, Pablo, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión; te lo envío como algo de mis entrañas. “
Al leer este párrafo, por un instante he dudado ¿Tenía San Pablo un hijo? ¿tuvo un hijo en la prisión?
Azúcar
Me pregunta una amiga: ¿has echado azúcar a las rosas?
¿Azúcar? Había oído decir que con una aspirina duran más las flores pero no había oído nada del azúcar.
Pues sí, pruébalo. Ya verás como te duran más tiempo y están más bonitas.