
Cercano el día de la madre pensé en hacerle un regalo especial a la mía. No sabía si me daría tiempo a terminarlo. Se lo daría igualmente. No buscaba un regalo perfecto en la forma. Sabía que 3 cosas no le iban a faltar: ilusión, cariño y amor.
Pienso mucho en ello y ,al hacerlo, no hago más que pesar en Dios. ¿no nos ocurre lo mismo? ¿nos vemos con tantos defectos, tantas heridas, que no nos atrevemos a acercarnos a El?
Grave error. Dios no espera nuestra perfección para querernos. Nos quiere tal cual seamos, tal cual estemos.
No demoremos el acercarnos a El. Nos privamos con ello de sentir su cercanía, su cariño, su amor de Padre.