
Dormido le dejaste para poder actuar.
No hubiera soportado el dolor de aquella operación.
Despertó.
Abrió los ojos.
Abrió los ojos.
Todo parecía igual,
nada lo era en realidad.
Sin una costilla le dejaste.
A una mujer creaste.
Ahora, eran dos.
Sigues actuando igual,
Cambiar el corazón produce dolor.
Por ello, nos adormeces
No lo haces de sopetón.
El resultado es el mismo.
Parece todo igual
pero solo lo parece.
Realmente,
en realidad,
Si a Jesús dejamos
al cargo de la operación
El cambio, es radical.