Todos los días oigo en la radio un anuncio de seguros de coche : “Permíteme que insista…” dice el anunciante.
Hace unos días, estaba desanimada ¿Qué hacer?. Seguir el consejo que alguien me dio hace tiempo:” La oración y saber mirar a Cristo crucificado te será siempre de una ayuda eficaz”.
Eso hice, a la cruz que me dirigí a hablarle al Padre. Nada pude decirle. Antes de que yo pudiese decir algo, en mi corazón , resonaban aquellas palabras:
“Permíteme que insista”, creí escuchar.
No hice caso. Estaba tan absorta en mis cosas que yo seguía a lo mío . De nuevo, intenté contarle lo que me inquietaba
- Padre, no lo entiendo, no entiendo nada, no veo nada claro…
Nuevamente, tuve que callar. Aquellas palabras volvían a resonar en mi corazón. Esta vez ,con mas fuerza.
“Permíteme que insista”:
- Permíteme que sea Yo tu seguridad en la vida
- Permíteme que sea Yo quien te guíe
- Permíteme que sea Yo quien te marque el camino
PERMÍTEME QUE INSISTA………. TE QUIERO
No insistas en querer conducir tú
No insistas en querer saber la ruta, el destino
No insistas en buscar un camino fácil, sin obstáculos.
No insistas en pretender evitar los túneles.
Coge el volante y no te preocupes de más.
Insisto: ¡Déjame conducir a mí