Produce dolor la cruz.
No avisa. llega cuando llega.
Presta atención, fíjate:
No llega sola, lo hace acompañada.
Sosteniendo está el Padre
A los pies, la Madre.
Hay dolor, hay sufrimiento, cierto.
Es lo suyo en ese momento.
Tal vez te preguntes:
¿Por qué? ¿por qué a mi? ¿por qué ahora?
Si lo haces, no lo hagas mirando a la cruz,
abrázate a ella.
tal vez no encuentres la respuesta que buscas, que esperas.
Pero, seguro, no te faltará por parte del Padre, de la Madre:
- Su cariño
- Su consuelo
- su cercanía
- su abrazo