Por una anécdota que me ha ocurrido he pensado la de veces que me he sentido agobiada pensando que no me daba tiempo a hacer todo lo que quería.
Sin embargo ¡cómo cambia todo cuando dejas a los demás hacer, cuando uno se deja ayudar por los demás!
El agobio desaparece, el cariño se multiplica, aumenta la alegría del trabajo compartido