Es un árbol que me resulta curioso. Durante el invierno pasa totalmente desapercibido y sin embargo, es imposible no darse cuenta de su presencia según se acerca la primavera. Es precioso verlo florecer.
Según va cambiando de colorido, va cambiando su entorno y eso me ha hecho pensaren Dios, en lo que puede cambiar la vida de una persona con la luz del sol, la del Padre. Cambia su vida en un instante y, a la par , la de los que la rodean. Imposible no percatarse de su presencia. Lo ilumina todo a su paso.