Al sexto día de la creación,
Dios pensó en el hombre
y le dio su bendición.
Fue también bendecido Noé,
con palabras de Yahvé.
En Sara también pensó,
y, antes de ser madre,
recibió la bendición.
Esaú con su hermano se enfadaría
por quitarle la bendición
que de su padre le correspondía.
Leyendo el Génesis me ha resultado curioso la de veces que hace mención a la palabra bendición. Era importante en esa época ser bendecido para las personas.
Hoy en día es poco usual escuchar: “Que Dios te bendiga”. Siendo como es una expresión bien bonita y llena de significado resulta extraño que apenas la usemos.
Buen día y…………………. ¡Que Dios te bendiga ¡